Ante la lamentable noticia conocida el pasado Martes 22 de Abril acerca del rechazo de la Cámara de Diputados a incluir a Kinesiología en la Ley de exclusividad Universitaria; informamos a los Kinesiólogos y a toda la comunidad. Kinesiología es una profesión creada hace un siglo en el seno de la Universidad, en la Facultad de Educación de la Universidad de Chile, inicialmente como una especialización de la carrera de Educación Física y posteriormente en la Facultad de Medicina de la misma casa de estudios, como carrera independiente. Durante décadas Kinesiología fue impartida por Universidades tradicionales en un número no mayor a cinco escuelas. A partir de la promulgación de la LOCE en los años ochenta, las Universidades privadas han multiplicado el número de Escuelas de Kinesiología, las que llegaron a ser más de un centenar. Durante la primera década de este siglo, debido a que no somos una profesión de exclusividad Universitaria, comienza a impartirse en Instituto Profesional. Todas las Universidades en la actualidad otorgan el grado académico de Licenciatura y un número importante ya cuenta con formaciones diferenciadas y continuidad de estudios a grados académicos de Diplomados y Magister. La formación en un Instituto solo otorga título profesional y un porcentaje bajo de sus egresados acceden a sistemas de actividades conducentes a la obtención del grado de Licenciado. Debido al desarrollo científico tecnológico de los últimos treinta años, las profesiones de la salud han experimentado profundos cambios, los actuales profesionales han debido hacer frente a una mayor complejidad en su quehacer derivado entre otras razones de la utilización consciente, explícita y juiciosa de la mejor evidencia científica clínica disponible para tomar decisiones sobre el cuidado de pacientes, actuaciones que se enmarcan en un escenario de reforma a la salud derivado de la Ley GES que exige como forma de resguardar la calidad de la prestación de servicios, la creación de guías para el manejo de enfermedades, las que se basan a su vez en investigación clínica internacional y local generada por los equipos de salud.
De esta forma los actuales desempeños clínicos necesitan no solo del “saber hacer” ligados a las tareas técnicas tradicionales, pues deben abordar la complejidad y la incertidumbre propia del mundo científico. Es necesario entonces, una formación profesional que lo haga posible y que este sintonizada con la globalización, con una base disciplinar propia y con acceso a grados académicos; Licenciatura, Magíster y Doctorado; realidad cotidiana para los profesionales de la salud en los países más desarrollados del mundo.
Todos estos antencedentes nos hace plantear que Chile no requiere de mayor número de programas formadores de kinesiólogos, el instituto profesional que actualmente imparte kinesiología no ofrece mejores alternativas a la población que los ya existentes, ni en costos ni en duración de estudios y por el contrario egresa estudiantes sin grado académico que podrían encontrarse en desventaja al enfrentarse al mercado laboral futuro y sin las competencias científicas que el país requiere en la actualidad. El actual modelo de desarrollo de la salud Chilena requiere de profesionales formados al más alto nivel y con un compromiso con la calidad y seguridad de los pacientes.
No existe ninguna razón que justifique una formación profesional incompleta, salvo los intereses económicos de los grupos vinculados a este negocio. Los miembros de la Cámara de Diputados que han propiciado el rechazo de la exclusividad Universitaria para Kinesiología han cometido un tremendo error que debe ser enmendado.
El Colegio de Kinesiólogos rechaza la votación parcelada que realizó la Cámara de Diputados y el otorgamiento de la exclusividad Universitaria solo a Enfermeras y Matronas. Esta es, una división artificial y antojadiza que no corresponde y genera además diferencias entre profesionales que integran un solo equipo de salud en la atención de nuestros pacientes. Esperamos poder revertir esta situación en el Senado de la República en donde están concentrados todos nuestros esfuerzos. Esto no ha terminado, con el proyecto rechazado en la Cámara Revisora (Diputados), deberá regresar al Senado, donde será discutido nuevamente en Comisión de Educación y en Sala. Estamos seguros que nuestros parlamentarios sabrán oír nuestros argumentos y que lograremos revertir esta situación. Ya nos encontramos trabajando para esto y todos los aportes serán bien recibidos por los medios habituales de comunicación que se disponen.
De esta forma los actuales desempeños clínicos necesitan no solo del “saber hacer” ligados a las tareas técnicas tradicionales, pues deben abordar la complejidad y la incertidumbre propia del mundo científico. Es necesario entonces, una formación profesional que lo haga posible y que este sintonizada con la globalización, con una base disciplinar propia y con acceso a grados académicos; Licenciatura, Magíster y Doctorado; realidad cotidiana para los profesionales de la salud en los países más desarrollados del mundo.
Todos estos antencedentes nos hace plantear que Chile no requiere de mayor número de programas formadores de kinesiólogos, el instituto profesional que actualmente imparte kinesiología no ofrece mejores alternativas a la población que los ya existentes, ni en costos ni en duración de estudios y por el contrario egresa estudiantes sin grado académico que podrían encontrarse en desventaja al enfrentarse al mercado laboral futuro y sin las competencias científicas que el país requiere en la actualidad. El actual modelo de desarrollo de la salud Chilena requiere de profesionales formados al más alto nivel y con un compromiso con la calidad y seguridad de los pacientes.
No existe ninguna razón que justifique una formación profesional incompleta, salvo los intereses económicos de los grupos vinculados a este negocio. Los miembros de la Cámara de Diputados que han propiciado el rechazo de la exclusividad Universitaria para Kinesiología han cometido un tremendo error que debe ser enmendado.
El Colegio de Kinesiólogos rechaza la votación parcelada que realizó la Cámara de Diputados y el otorgamiento de la exclusividad Universitaria solo a Enfermeras y Matronas. Esta es, una división artificial y antojadiza que no corresponde y genera además diferencias entre profesionales que integran un solo equipo de salud en la atención de nuestros pacientes. Esperamos poder revertir esta situación en el Senado de la República en donde están concentrados todos nuestros esfuerzos. Esto no ha terminado, con el proyecto rechazado en la Cámara Revisora (Diputados), deberá regresar al Senado, donde será discutido nuevamente en Comisión de Educación y en Sala. Estamos seguros que nuestros parlamentarios sabrán oír nuestros argumentos y que lograremos revertir esta situación. Ya nos encontramos trabajando para esto y todos los aportes serán bien recibidos por los medios habituales de comunicación que se disponen.